viernes, 21 de marzo de 2008

Mensaje en el espejo




Hay cosas por las cuales hasta una chica sex and the city se puede derretir...

En un mundo donde los hombres insinúan, sugieren, ofrecen, he incluso prometen con la única intención concreta de "pro - poner"; se agradece un gesto tipo cinematográfico, digamos que cliché, pero que conmueve hasta el tuetano de una mujer sensiblera y de alma novelesca como yo.

Eso decubrí el domingo pasado cuando haciendo aseo profundo en mi cuarto de baño descubrí unas lineas extrañas en el espejo, parecían algo así como un corazón, rapidamente abrí la llave del agua caliente... y ahí estaba frente a mis miopes ojos: un mensaje en el espejo, tres palabras que me hicieron explotar de emoción: "un beso mi niña" (y un corazón trazado).


Ese simple detalle me mantuvo jubilosa (jubilosa puede ser mucho, pero estuve muy contenta de verdad) durante toda la semana, porque hay cosas que una chica necesita, y las gentilezas siempre son bienvenidas, incluso cuando las reglas están claras y ambos sepamos que los detalles "extras" no son necesarios para disfrutar un fin de semana de buen sexo. Pero un caballero es un caballero, eso me enseñó este hidalgo quijote, que me canta canciones de Arjona y reaguetones por las noches y que me despierta en la mañana para ir al trabajo cuando me he pasado de copas.

¿Exagero? probablemente, pero hay cosas que suceden en el momento oportuno (porque sigo sufriendo por quien supuestamente me ama, pero en dos meses no ha tenido tiempo para verme), por eso disfrutaré mientras dure este nuevo rayo de sol.

Este guapo es un bálsamo de fin de semana o como dicen los babasónicos: será mi prado, mi vergel...

Pd.: Y el espejo NO lo voy a limpiar.